La Verdad Detrás de las Medidas de Produce

lunes, 8 de noviembre de 2010

Juan Francisco Rojas
PUCP



Las decisiones judiciales, en las que descansa nuestra institucionalidad, pueden válidamente adelantar sus efectos mediante medidas cautelares que son un “juicio anticipado” del conflicto. La actividad de pesca de anchoveta y, en general, la actividad pesquera, es generadora de grandes conflictos, y también de muchos procesos judiciales en los cuales se han dictado y acatado innumerables medidas cautelares.
Las medidas cautelares son órdenes judiciales de eficacia plena; y no pueden dejar de cumplirse por la voluntad de algún funcionario de PRODUCE. El incumplimiento o desacato de una orden judicial constituye un delito y, por lo tanto, ningún funcionario público – cualquiera sea su rango o cargo - puede resistirse a su inmediata ejecución. 
La intervención del Poder Judicial es una garantía para que se corrijan los excesos que puede cometer PRODUCE, particularmente como administrador de licencias de operaciones de planta, permisos de descargas, permisos de construcción de naves y, la hoy particularmente valiosa, cuota de pesca. En estos bienes de gran valor siempre es posible el conflicto, los intereses particulares y, también la corrupción.
En realidad, la famosa ley de cuotas ha traído más de una sorpresa. Las embarcaciones en conflicto tienen derecho a que se les asigne una cuota de pesca de anchoveta, pues concluida la contingencia en la que se encuentren y que les impide pescar, tienen todo el derecho de recibir la porción de acceso a la pesca del recurso, que todas las demás embarcaciones recibieron en su oportunidad. Como es obvio, PRODUCE debe cautelar, custodiar y entregar dichas cuotas de pesca cuando concluya la contingencia, o cuando algún juez lo ordene mediante una sentencia definitiva o una medida cautelar.
Resulta llamativo que algunas empresas, que siempre han utilizado y reivindicado derechos a través de procesos judiciales y medidas cautelares, hoy se alerten y alarmen, o acusen de corrupción a los funcionarios que acatan disposiciones judiciales. La coherencia debiera primar, y también el respeto a las órdenes judiciales definitivas y cautelares.
¿Qué hay detrás de todo esto? El mercado de compra de cuotas de pesca ha crecido de una manera impresionante en su valor de transacción como consecuencia de la indebida asignación de propiedad sobre el recurso generado por la Ley de Cuotas. Hoy, el titular de la cuota de pesca, es el dueño del recurso. Este hecho ha creado nuevos mercados de compra y venta de cuotas en las embarcaciones que se encontraban efectivamente participando de las faenas de pesca; pero, se olvidó que había todavía un “paquete” interesante de cuotas por repartir o para ser parte del mercado, provenientes de aquellas embarcaciones con alguna contingencia o en litigio temporal. 
Los apetitos por hacerse de estas nuevas cuotas o impedir que otros las adquieran para asegurar el monopolio en el mercado, está remeciendo la estructura de PRODUCE y todo parece indicar que ya ha cobrado algunas víctimas inocentes en el camino. No hay justificación alguna para resistir mandatos judiciales, y menos para rasgarse las vestiduras cuando uno mismo se ha hecho merecedor y exigido el cumplimiento de dichas órdenes judiciales.
Esperemos que el señor Ministro no incurra en delito y cumpla los mandatos judiciales.

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