El Arte de Tapar el sol con un dedo

martes, 6 de julio de 2010

Kurt Burneo(*)

En estos días vienen teniendo serios problemas de abastecimiento de combustible, los 120,600 autos convertidos a GLP a nivel nacional, de los cuales alrededor de 80,000 circulan en Lima. ¿La razón? Se ha interrumpido el flujo de abastecimiento normal desde la planta de Pluspetrol en Pisco, al haber condiciones marítimas adversas para el embarque desde allí hasta el Callao. Este desabastecimiento que ya empieza a sentirse también en los hogares al haber crecientes restricciones para adquirir balones de gas doméstico, impactará en el IPC del mes, así como ya lo viene haciendo el esperado (aunque para algunos ignorado) incremento del GLP orientado al consumo de vehículos. ¿Qué factores hay en juego en esta historia actual? ¿Qué reacciones “inteligentes” de nuestras autoridades se generan como consecuencia? Miremos estos asuntos tomando como base, importante información al respecto publicada ayer en Gestion.

La demanda de GLP según el Ministerio de Energia y Minas (MEM) alcanza los 20 mil barriles por día, la interrupción del flujo normal de suministro por parte de Pluspetrol (Se está a cuentagotas vía camiones cisterna tratando de normalizar el abastecimiento), del GLP que dicha firma lo obtiene del condensado de líquidos de Camisea, afecta al 75% del abastecimiento; entonces es absolutamente explicable que exista una situación actual de demanda insatisfecha, con lo cual a continuación se fundamenta también el alza en el precio del GLP, con incrementos que han –por ahora- alcanzado el 32% pero que perfectamente pueden ser mayores dado que los precios de combustibles son determinados por la libre interacción entre oferta y demanda. Téngase en cuenta que el propio MEM admite que a la fecha sólo se está atendiendo al 50% de la cantidad demandada de GLP.

¿Mecanismos de previsión frente a estos eventos? La normatividad actual obliga a mantener inventarios por 15 dias para atender el mercado sólo a las productoras de GLP pero no a las empresas distribuidoras o envasadoras. O sea lo mismo que nada. A esto se suma que en agosto de 2008 el MEM entregó a Poliductos del Perú la concesión del transporte de hidrocarburos por ductos de Pisco a Lurin –incluído el GLP por supuesto- lo que sin duda haría mas difícil encontrarnos en la actual situación de desabastecimiento. ¿Por qué no se concretó este proyecto cuando el mismo gobierno ofreció que en 1 año estaría construido el poliducto que traería el GLP a Lima? Con lo descrito ¿El Perú avanza?.....al seguro desabastecimiento de GLP como ahora.

El desabastecimiento actual en un mercado libre, producido hoy por una notable contracción de la oferta, dada la demanda de GLP, –como lo sabe cualquier cachimbo de economía- obviamente conducirá a elevación en el precio. ¿Y qué responden nuestras autoridades frente a este problema? Tenemos respuestas en verdad delirantes. Por ejemplo la del Señor que actúa hoy como Presidente del Consejo de Ministros cuando señala : “Nada justifica el incremento del precio del GLP debido a que Osinergmin viene tomando acciones ante el supuesto desabastecimiento de ese combustible en los grifos y surtidores que hay en la capital” Es decir, esta persona piensa que las fuerzas de mercado no existen, y que a pesar de la conocida contracción de la oferta por la interrupción normal del flujo de abastecimiento, esta no debe tener efectos sobre el precio y que el gran comisario de precios de combustibles en el Perú es Osinergmin…….el videíto con estas declaraciones estaría mas que pintado para ser difundido –si aun existiese- en un antiguo programa de televisión de hechos bizarros: Believe or not.

Me parece que al margen que lo que viene ocurriendo, se constituye como un excelente ejemplo de libro de texto para explicar los efectos de cambios en las fuerzas de mercado sobre las cantidades transadas y los precios, también denota las consecuencias de no contar con adecuados mecanismos de prevención frente a coyunturas adversas, que implican bienes tan sensibles para la población como las que observamos hoy, y por supuesto eventos como el actual, ponen al descubierto poco inteligentes maneras de las autoridades de tapar el sol con un dedo, en vez de enfrentar técnicamente un problema real que afecta principalmente a no pocos taxistas y amas de casa.

(*) Director Carreras de Economía Universidad San Ignacio de Loyola

Actualidad Económica del Perú

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