Convergencia al 4%

martes, 4 de mayo de 2010


Por Farid Matuk
Economista
Nunca antes, excluyendo desde luego la recesión provocada por la hiperinflación de 1988, se vio una reducción tan acelerada de la tasa de crecimiento de la economía en tan poco tiempo como la ocurrida entre setiembre 2008 y diciembre 2009. En un lapso de 15 meses el PBI pasó de crecer al 9% para contraerse a 3%, es decir, 12 puntos.
Una situación similar ocurrió en febrero 1995 cuando la economía pasó de crecer al 15% para crecer 2% en agosto 1996, pero el lapso fue más prolongado –18 meses– aunque la contracción fue bastante similar, alcanzando 13 puntos. En ambos casos, la manía presidencial de crecimiento económico fabuloso terminó en fracasos rotundos.
Recientemente se ha retornado a una suerte de optimismo infundado que considera la economía peruana de hoy como única y excepcional, olvidando que tenemos una historia innegable. Las experiencias pasadas nos muestran como luego de que la crisis se estabiliza, se continúa unos meses con tasas estables de crecimiento, y solo luego se presenta una leve recuperación.
Inicialmente se puede considerar que el primer y segundo trimestre de este año la economía crecerá oficialmente al 1%, cuando en realidad serán tasas negativas si las modificaciones metodológicas aplicadas únicamente desde 2006 se descartan a fin de hacer la presente gestión presidencial comparable con las anteriores. Mientras que para la segunda mitad del año se presentarán tasas mayores, con lo cual el PBI debiera terminar en 2010 alrededor del 4%, pero las “mejoras” metodológicas proporcionarán fácilmente un 7%.
Todo hace considerar que tenemos una recuperación económica en marcha, pero esta no es de la magnitud de las cifras oficiales, y la prueba de ello está en la sistemática negativa del gobierno de dar a conocer en detalle las características de las “mejoras” metodológicas aplicadas desde el 2006, de revelarse esta información sería posible hacer una comparación más exacta entre el desempeño de la presente gestión presidencial con sus anteriores desde 1990.
Mientras más tiempo la ausencia de transparencia estadística se perpetúe, mayores serán las dudas en torno a la calidad de la misma. Un hecho flagrante al presente es que mientras el INEI sigue publicando el PBI con año base 1994 y precios 1994, el Banco Central publica un PBI Frankenstein con año base 2009 y precios 1994. De este modo el Perú cuenta al día de hoy con dos PBI medidos por dos diferentes instituciones estatales, donde una obviamente usurpa funciones de la otra.
Bastante tiempo ha pasado desde que el INEI anunció públicamente en 2009 que secretamente –desde 2006– había efectuado modificaciones a la metodología de la medición de la actividad económica. El INEI tiene la obligación institucional de mostrar el efecto de dichos cambios publicando las cifras comprendidas entre 2006 y 2009 con la metodología preexistente usada para las administraciones Fujimori, Paniagua y Toledo, para la presente administración García.
Cuando estas cifras sean publicadas, el gráfico que se muestra será oficial y no un esfuerzo individual para poder evaluar el desempeño económico de nuestro país desde 1990. Es necesario que aprendamos de los errores del pasado para no repetir los mismos errores en el futuro. El Perú necesita un crecimiento sostenido por encima del 3% para que la pobreza se reduzca sistemáticamente, y no oscilaciones como las vividas donde lo ganado en el combate a la pobreza en un año se pierde al siguiente.

Comments

One Comment

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Miguel dijo...

su calidad académica se pierde cuando escribe impulsado por el"higado" La corbatita le quita oxígeno al cerebro. Está bien ponerle pasión a las ideas, como decía Mariátegi; pero no hígado, pues pierde objetividad

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