Acerca del debate sobre el modelo neoliberal

viernes, 5 de febrero de 2010

Félix Jiménez
Economista Ph. D.
Profesor Principal de la PUCP

«Se hace duro pensar cuando el mundo entero tiene miedo del pensamiento o la verdad»
Howard Fast

El debate sobre el modelo neoliberal que iniciamos al interior de Actualidad Económica ha trascendido hasta otras arenas. Aquí trataremos solo dos de esas reacciones a nuestros escritos a favor y en contra del modelo de mercado autorregulado.

La primera es la del historiador Manuel Burga. En su excelente artículo publicado en La República (04/02/2010), citando a Waldo Mendoza, Burga señala: “Decir que el Perú está en el buen grupo y que tenemos el modelo correcto nos podría dejar la imagen de que estamos como Brasil, Chile o México; o que, embarcados en el mismo modelo, pronto estaríamos como ellos. Esos países siempre han estado delante de nosotros en los últimos 100 años. Si no cómo explicamos, por ejemplo, que el presupuesto de la UNAM de México sea de 1,700 millones de dólares al año y el de San Marcos, su socia en la red de macrouniversidades, de 70.”

Burga tiene razón. Las inversiones efectuadas en las dos últimas décadas no han modificado los bajos niveles de productividad que se registran desde fines de los años ochenta. Tampoco han servido para superar el largo estancamiento de la relación capital/trabajo, importante indicador de modernización. En todo el período neoliberal no hemos tenido proceso alguno de modernización ni de cambio técnico que impacte al conjunto de la economía. Y, claro, esto tiene que ver también con el notable deterioro de la educación en todos sus niveles. Se redujo el gasto del Estado afectando la calidad de la infraestructura de educación, de salud, y la calificación de la mano de obra. Además, ¿quién, que conozca la historia del Perú, puede decir que el modelo primario exportador que el neoliberalismo restauró en las dos últimas décadas, no es depredador de recursos naturales, de las comunidades y de los ecosistemas?

La segunda es más bien de defensa del neoliberalismo y pertenece al economista Ricardo Lago. Difícil hacer dialéctica con lo que él escribe. Cuánta teoría económica sabe, no lo sé. ¿Sabe formular un hamiltoniano e identificar las variables de estado y de control en modelos de crecimiento neo-exógenos?, tampoco lo sé. Pero lo que sorprende es que lee lo que él cree. Lo digo con el mayor de los respetos. ¿De dónde saca que “Félix Jiménez propone convertir toda una constelación de variables endógenas en variables de control, con lo que se aleja demasiado del sistema de mercado y se acerca peligrosamente hacia la planificación central.” Esto que dice ni revela comprensión de lectura ni puede ser parte de un mapa conceptual de mi artículo. Afortunadamente, anexa mi artículo y afortunadamente hay otros lectores. Pero voy al grano.

a) Lago cree que la crítica al neoliberalismo es la crítica a la economía de mercado. Peor aún, él no concibe la posibilidad de un modelo de desarrollo de mercado, distinto al neoliberal. Todo aquel que critica o propone cambiar el modelo neoliberal –según el razonamiento dicotómico de Lago-- se acerca peligrosamente hacia la planificación central. Puesto que él critica lo que cree y no lo que lee, no ha reparado en mis argumentos a favor de la expansión sostenida de la inversión privada nacional, del desarrollo de mercados internos y de que en esta tarea no solo debe participar el Estado sino el sector privado. Específicamente, lo que proponemos es desarrollar una economía nacional de mercado integrando la demografía y la geografía del país, con un plan quinquenal de infraestructura que permita ordenar el territorio económica y ecológicamente, y con mecanismos de financiamiento basados en el mercado de capitales para expandir la inversión privada nacional. Esto no tiene nada que ver con el estatismo, pero si con un nuevo Estado que recupere su soberanía frente al capital transnacional y su capacidad de hacer políticas sociales de calidad (salud, educación, seguridad social), y que restituya sus derechos a los trabajadores.

b) Lago defiende para el Perú el modelo primario exportador, extractivista, desindustrilizador, que no genera empleo sostenible y que afecta al medio ambiente, aunque se cuida de no declararlo explícitamente. Su argumento a favor de la especialización es notable cuando pretende criticar a Ros. Jaime Ros dice que el modelo neoliberal "no ha logrado resolver los problemas del país y estancó el crecimiento económico": el PBI mexicano creció a la tasa de 3.2% durante 1940-1981 y a la tasa de 1.5% en el período 1990-2005; y, en este período de desaceleración del crecimiento se produjo un retroceso de la productividad total de los factores. También dice que con el NAFTA “ha ingresado a México un mayor número de importaciones y, para el caso de los productores, casi han desaparecido por completo los créditos para el campo”. Pero, Lago contesta que con el NAFTA “las exportaciones más que se triplican….Claro que suben la importaciones....y las exportaciones, de eso se trata de especializarse en lo que uno es más eficiente… No soy tan estudioso de la economía mexicana como Ros, pero algo debo haber aprendido los seis años que fui funcionario público mexicano.” Que el lector evalúe esta evasiva y auto-ditirámbica respuesta.

c) Finalmente, la defensa del libre mercado que hace Lago, es deleznable. Lago sostiene, en otra nota, que “Perú es una historia del éxito real del libre mercado y de la disciplina fiscal. El libre comercio, en menos de dos décadas, ha aumentado en nueve veces las exportaciones.” Pero, esta afirmación no refuta nuestro argumento de que el modelo neoliberal descuida el desarrollo y expansión de los mercados internos, con lo cual conspira contra la inserción competitiva de la economía en los mercados internacionales, mediante aumentos sostenidos en la productividad. Es un modelo que alienta la competitividad mediante la apertura comercial indiscriminada y con salarios estancados. ¿Será porque defiende la especialización primario exportadora que Lago no puede criticar al actual gobierno del vergonzoso «óbolo minero»?.

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3 Comments

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Pedro Candela dijo...

Félix, no queda claro como el desarrollo y expansión de un mercado interno tan pequeño como el nuestro puede mejorar la productividad. No hace mucha diferencia en los costos fijos pasar de 1,000 unidades a 5,000. Por lo tanto para bajar nuestros costos fijos debemos vender mucho más que esas paupérrimas 5 mil unidades, y lo más inteligente es exportándolas, es decir: abriéndonos al mundo! En todo caso lo que mejora la productividad definitivamente es la educación de la mano de obra desde el colegio, la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías y métodos de producción y la mejora en la especialización de la mano de obra que ya trabaja efectivamente. Pero esto se logra con mayores inversiones en educación y tecnología, pero el SUTEP complota contra esto... Oops!

tkep203 dijo...

Estoy de acuerdo con Pedro, uno de la mejor manera de aumentar el rendimiento de la productividad es que los trabajadores acertadamente tren de partida de la escuela. Una fuerza de trabajo skillfull más el uso de la tecnología actual por lo general puede significar el éxito de cualquier negocio.

Kimberly Harris
Atlanta, GA
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Juan Carlos Oriundo dijo...

Pedro, deja tu prejuicio de lado.

En ninguna parte del artículo se indica que dejemos de lado el comercio internacional, sino que esté "regulado" en función de los intereses nacionales.

El desarrollo del mercado interno pasa por satisfacer la demanda interna; es decir, se debe crear una oferta en sectores productivos estratégicos que permitan que la demanda sea satisfecha (demanda en alimentación y educación): Con ciudadanos nutridos y con conocimientos la productividad mejora.

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