Sobre el plan anticrisis

domingo, 5 de abril de 2009


Escribe Oscar Dancourt



Estamos al principio de la peor recesión global de los últimos 60 años. Para colmo de males, esta recesión global esta acompañada de una crisis bancaria en el centro del sistema internacional, que solo es comparable a la ocurrida en 1930.

Para países como el Perú, que pertenecen a la periferia de este sistema internacional, esta crisis mundial tiene dos consecuencias básicas: primero, se desploman los precios externos de las materias primas que exportamos y, segundo, los capitales salen del país.

Tanto la caída de las exportaciones como la salida de capitales detienen el crecimiento económico y la creación de empleos en el Perú; así se propaga la recesión desde el centro hacia la periferia. Y, además, generan una fuerte presión al alza del precio del dólar.

El gobierno de García ha subestimado persistentemente el impacto que esta crisis mundial tendría sobre la economía peruana. Esto ha generado una respuesta de política económica tardía y débil. Por eso, el crecimiento de la economía peruana se ha desacelerado notablemente desde ese ritmo cercano al 10% anual registrado durante 2007-2008 hasta una cifra menor al 3% en enero pasado; y nadie sabe cuanto menor, tras los cambios en la forma de cálculo del PBI del sector servicios.

El plan anticrisis del gobierno gira alrededor de una sola bala de plata para matar al tigre de la recesión: impedir la paralización de la industria de la construcción poniendo en marcha un programa de grandes obras públicas. La gran pregunta es si este programa de obras públicas se ejecutara a tiempo para evitar la recesión. ¿Que ocurre si la bala de plata no da en el blanco o no tiene la fuerza suficiente? En situaciones como esta, mejor es pecar por exceso que por defecto.

Distinto es el plan anticrisis de la CGTP, que ha sido presentado recientemente por Mario Huaman. Este plan apuesta a un conjunto diverso de medidas reactivadoras de amplio espectro y no descansa en una sola bala de plata. Entre otras medidas, se incluye realizar obras publicas de corta maduración, la rebaja del impuesto a los combustibles como ha hecho el gobierno, el aumento de aranceles a las importaciones y la suspensión temporal de los tratados de libre comercio, el aumento del salario mínimo y la creación de un seguro de desempleo temporal, elevar las pensiones estatales, etc. Todo esto estimularía el empleo y la producción locales.

La cuestión es que cada vez es mayor el riesgo de que ocurra una recesión durante el 2009. Estas circunstancias ameritan, por ejemplo, que el banco central baje de manera decisiva la tasa de interés de referencia; o que se considere incluso una rebaja sustantiva del impuesto general a las ventas (IGV).

Finalmente, el plan anticrisis del gobierno debería contener medidas para reducir las importaciones y proteger así las reservas de divisas del banco central, ya que la crisis mundial puede prolongarse más allá de lo esperado. Cosa que si hace el plan de la CGTP al proponer, entre otras cosas, subir el tipo de cambio de manera gradual o elevar los aranceles.



[1] Profesor del Departamento de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

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One Comment

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Anónimo dijo...

Excelente análisis, aunque la pregunta es: ¿Es que tan ineptos son sus ministros de economía de Alan García? O es que ellos también juegan a ser 'políticos' y le siguen el juego de los 'faenones' al mismo AGP y a su entorno.

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