El Síndrome del Perro de Presa

lunes, 29 de octubre de 2007


Escribe Pedro Francke





Hecho 1: El gobierno rebaja los aranceles (impuestos a la importación) afectando a la industria nacional. Ante las protestas, rebaja los aranceles a nuevos productos, con lo cual desprotege a estos sectores, desvistiendo a un santo para vestir a otro. Hecho 2: Alan García publica un artículo periodístico proponiendo que la clave para el desarrollo nacional es la extracción de madera, minerales y petróleo. Conclusión: el gobierno no tiene política industrial, simplemente porque la industria no le parece importante.


Algunas preguntas claves permiten analizar la política industrial del gobierno. ¿Cuál es la política para promover productos que tengan valor agregado y facilitar el avance tecnológico? No conocemos ninguna. ¿Qué viene haciendo el gobierno para promover la innovación e investigación? Casi nada. ¿Qué planificación estratégica se ha hecho seleccionando ramas que puedan ser puntales del desarrollo y diseñando políticas de promoción? Pero si el Centro de Planeamiento Estratégico sigue sin funcionar.¿A qué estrategia de negociaciones comerciales responde la rebaja de aranceles? Hasta la ministra de comercio exterior ha reconocido que esa medida reduce nuestra capacidad negociadora.


La política del gobierno para favorecer a los industriales es mantener el “cholo barato”, con las services, el despido de dirigentes sindicales y el salario ultra-mínimo. Pero con esta política apenas si se puede competir en productos poco avanzados tecnológicamente, basados en mano de obra no calificada, lo que nos mantiene en el subdesarrollo.


La preferencia del gobierno por la extracción de recursos naturales es clara. En su artículo reciente, Alan García presenta la estrategia: la privatización de los bosques amazónicos, la venta de las tierras comunales y la despreocupación ante la contaminación ambiental minera. Se trata de expropiar o arrinconar a los campesinos, nativos o pobladores que viven junto a recursos naturales, para darles la propiedad y los derechos de extracción a grandes empresas.


Según García, los peruanos pobres y excluidos son como el “perro del hortelano”, que no come ni deja comer. Alan García escribe como si todos estuviéramos invitados a la mesa de las extraordinarias ganancias mineras o petroleras, que comen y dejan comer. Pero bien sabemos que no es así, que falta empleo y que las riquezas naturales de la Nación terminan en unos pocos bolsillos. Mas bien la política de García y las mineras es la del “perro de presa”, actuando para apropiarse del recurso y no compartirlo con nadie, y olvidándose del gran reto económico moderno: crear valor.


Este gobierno le dice no a la industria y al avance tecnológico, y opta por un modelo de extracción y apropiación privada de nuestra riqueza natural, que profundiza el sudesarrollo y la exclusión. Pobre Perú, tener que aguantarlo otros cuatro años.


SOLIDARIDAD CON FARID MATUK


El Presidente García lo llamó prófugo cuando no había cargos en su contra, pero si una polémica abierta en relación a la validez del Censo 2007. Pocos días después, en uno de sus últimos actos como juez, Carolina Lizárraga, quien debe su puesto actual a Alan García, lo somete a juicio. ¡Pero vaya, qué coincidencia! No cabe duda que Farid Matuk es sujeto de una persecución política por no haberse sometido al actual régimen. Eso no debe permitirse.

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