Dejad que los Precios Suban

sábado, 11 de agosto de 2007

Santiago Roca: Profesor Principal Universidad ESAN

El aumento de la demanda mundial de alimentos, el uso de productos agropecuarios para generar energía (etanol), los cambios climáticos globales, y diversos otros factores específicos, se mencionan a menudo como los elementos que vienen originando un incremento significativo de los precios de algunos productos agropecuarios. Productos como el trigo, la leche cruda, la carne, el maíz, la caña de azúcar, etc., vienen subiendo de precio en los mercados internacionales y proyectan mantenerse elevados para los próximos años. Frente a estos acontecimientos, las autoridades nacionales preocupadas por el impacto de estos aumentos, en el presupuesto de los consumidores nacionales y en la elevación del índice de precios al consumidor (inflación), están haciendo todo lo posible para evitar que los precios internos suban, sea disminuyendo aranceles o buscando crear mecanismos que desliguen la producción agropecuaria interna de estos precios internacionales: haciéndose, por ejemplo de la vista gorda, en los reclamos de los ganaderos a los industriales lácteos, de que les suban el precio de la leche cruda a los niveles internacionales. Algunos inclusive han propuesto el control de precios y/o que el Estado subsidie y sufrague la diferencia entre el precio internacional y el precio interno para evitar que se perjudiquen los consumidores nacionales.

¿Le conviene al Perú que no suban de precio en el mercado interno estos productos agrícolas? ¿Le conviene al Perú que se favorezca a los consumidores, a costa de los productores del campo y del fisco, beneficiando a los productores agrícolas extranjeros?

Una de las razones de los altos índices de pobreza en el Perú es justamente una relación de precios relativos agricultura/industria, campo/ciudad, totalmente desfavorables. A mayores precios agrícolas, mejores serán los ingresos de los miles de pequeños y medianos productores agrícolas, los cuáles a su vez, podrán acumular y tecnificarse mejor, así como generar un círculo virtuoso de mayor producción, demanda, gasto e inversión. La vinculación de los precios agrícolas internos a los nuevos precios internacionales podría originar la aparición de una gama de nuevos empresarios agroindustriales que podrían también aumentar la competencia en las cadenas de las diversas industrias alimentarias hoy día en manos de unas cuantas empresas. ¿Por qué por ejemplo, en el caso de la mayoría de empresas integradas verticalmente del gas, petróleo, energía se permite que los precios internacionales de los insumos prevalezcan o se tomen como referencia para la fijación de precios de los bienes elaborados? ¿Por qué eso no sucede cuando la estructura de mercado no es integrada verticalmente y dominada por grandes inversionistas? Si así sucediera, miles de pequeños agricultores y empresarios podrían comenzar a salir del circulo vicioso de pobreza, baja productividad y miseria en la que están actualmente envueltos. Hasta podrían aparecer sustitutos nacionales de estas importaciones extranjeras.

¿Porqué entonces ahora que el precio de ciertos productos agropecuarios empieza a subir, se trata de detener su alza?. Tres razones equivocadas pretenden justificar tamaño desatino. Primero que los consumidores no se pueden perjudicar ya que ellos son mas importantes que los productores. Segundo, que la inflación es más importante que la producción. Tercero que los pobres son los más afectados.

En un país como el Perú, donde el principal problema es la falta de trabajo y de generación de riqueza, las autoridades deben darse cuenta que de la producción, sale el ingreso y del ingreso se genera el consumo. Para que exista producción y se mejore la productividad es necesario tener buenos precios. Evitar el aumento de los precios agrícolas es enviar a los productores al ocaso y la miseria. La política económica general de este país debe orientarse a priorizar la producción interna, no a que los consumidores paguen menores precios.

La inflación debe enfrentarse con otros instrumentos. Si los precios de algunos productos agrícolas crecen no significa que todos los productos crecerán de precio. Puede ser que el mercado haga que paralelamente bajen los precios de otros bienes y servicios industriales o de que se reduzcan los márgenes tan elevados que existen en otros sectores. No se puede controlar la inflación, con control de precios. La inflación se gerencia macroeconómicamente con política monetaria y fiscal y los llamados precios básicos: tasa de interés, presión tributaria promedio, tipo de cambio, y otros.

Evitar que los precios agrícolas suban, beneficia a los consumidores pobres y ricos indistintamente, en contra de los productores y del fisco. Si se quiere ayudar a los pobres es preferible se les compense en forma directa en vez de hacer que el Estado cubra la diferencia entre el precio internacional y el interno con el dinero de los contribuyentes. Dejando que los precios internos suban y ayudando en forma directa a los más pobres, se contribuye al mejor desenvolvimiento de la economía y producción nacional.

Actualidad Económica del Perú

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